
Llevas tiempo -quizás mucho- buscando, ansiando UNA respuesta, la que definitivamente te dé la paz que necesitas. Estás harto de buscar, pero no te viene.
Y entonces empiezas a ver que hay un montón de gente que lo tiene «clarísimo»: «debes desapegarte», «olvida el ego», «eso debes evitarlo», «por ahí vas mal», etc, etc, etc
Y como sientes ansiedad, no sabes bien dónde estás, ni hacia dónde caminas, ni si «te queda» poco o mucho en esto del desarrollo personal, en esa cosa «friki» de conocerte a ti mismo, empiezas a tomarte las frases anteriores de manera literal.
Pasas entonces a las «conclusiones»: «claro, no tengo pareja porque antes debo sentir desapego», «claro, mi actividad profesional no va bien porque no me olvido del ego» (y otra vez todos los «etcétera» anteriores).
Pero un día, por fin, descubres que NADIE ha llegado a ese sitio perfecto del que muchos hablan. NADIE. Y que, seguramente, no hablan de que ellos siguen apegados -en alguna medida-, y siguen con ego -en alguna medida-, porque reconocer eso es difícil. Y porque cada una de esas personas tiene sus propias circunstancias.
No, el blanco y negro no existe en el desarrollo personal. TODOS estamos de camino, y así estaremos siempre, hasta el último minuto del día en el que nos toque marcharnos de aquí. Y, hasta ese último minuto, TODOS sentiremos «algo» de apego, y todos tendremos «algo de ego». Por la sencilla razón de que, hasta ese instante, habremos sido humanos, y ningún humano puede sentir, en ningún momento, «apego cero» ni «ego cero». Ese grado absoluto, en modo «blanco y negro» no existe para ninguna persona en esta hermosa Tierra que habitamos.
Así que relájate, sigue trabajando en ti mismo, procura hacer lo máximo dentro de tus capacidades, y procura hacerlo desde el corazón. Porque, mientras tanto, aunque sigas sintiendo «cierto» apego, y aunque tu ego siga ahí, puedes tener pareja, construir un Amor consciente con ella, y disfrutar de un proyecto profesional maravilloso, también consciente.